martes, 15 de noviembre de 2016

RÍO AZUL EN XCART MÉXICO

¡Nada y refréscate en los Ríos Subterráneos de Xcaret!
Estuve en este hermoso lugar para recargarme de energías y



El agua es turquesa y sobre todo transparente es un sueño hecho realidad
cuando estas dentro del agua te sientes que estas recargando energías





 Nunca habia visto estas mariposas tan grandes y hermosas


 El pueblo maya
 Los maya
purificarme, aquí descubrí tres Ríos subterráneos con increíble escenarios en medio de la selva; la fantástica vida marina y la frescura del mar del Caribe en albercas naturales.
 Los Ríos Subterráneos de Xcaret  están conformados por un laberinto de cuevas y túneles que son iluminados por entradas naturales de luz y se extienden por aproximadamente 600 metros con una profundidad de 1.60 metros. Es una experiencia mágica y ver el Pueblo de los Maya, cultura llena de misterio y magia.
Los mayas fueron un pueblo sedentario que se ubicaba geográficamente en el territorio del sur de México, Guatemala y otras zonas de América Central. Es especialmente importante su presencia e influencia en los territorios de las actuales Guatemala y Belice, con una rica historia de unos 3.000 años. Los antiguos mayas fueron una de Las culturas mesoamericanas precolombinas.
Los antiguos mayas practicaban diversidad de ceremonias y rituales con distintos fines. Fueron documentadas en sus libros sagrados pero la mayoría fueron quemados durante la invasión española, y la transmisión de dichos conocimientos fue perseguida. 
El objetivo es que, los verdaderos portadores de estos conocimientos velan y buscan la armonía espiritual y de energías de todos los seres y elementos, incluyendo a quienes se acerquen pidiendo consejo o una ceremonia.

Es un gusto poder compartirá con ustedes lo que vivo día a día.
Si deseas tener una asesoría conmigo, puedes separar una previa cita a los Telf. 511-4496140 / 511-999102304
Desde México
Marisa Acosta
“La Bruja de Cachiche”
Lima- Perú   

sábado, 12 de noviembre de 2016

DIA DE LOS MUERTOS EN MÉXICO

Día de Muertos, una tradición que reúne a la familia

La celebración de Día de Muertos varía de región a región, de pueblo a pueblo, pero todos tienen un principio común: la familia se reúne para dar la bienvenida a las ánimas, colocar los altares y las ofrendas, visitar el cementerio y arreglar las tumbas, asistir a los oficios religiosos, despedir a los visitantes y sentarse a la mesa para compartir los alimentos, que tras haber sido levantada la ofrenda, han perdido su aroma y sabor, pues los difuntos se han llevado su esencia.
En México, cada pueblo, cada región, tiene sus propias tradiciones, sus propios usos y costumbres. Pero si hay una tradición que encontramos en cada uno de ellos, es sin lugar a dudas, la celebración del Día de Muertos. Es en ésta, en la que cada familia se prepara para recibir a las almas de los seres queridos que han abandonado esta vida.
Pero hablar del Día de Muertos, no es sólo hablar del 2 de Noviembre, fecha que la Iglesia Católica ha marcado como el día de los Fieles Difuntos. Hablar del Día de Muertos en México, es hablar de misticismo, de simbología, de raíces prehispánicas, de altares, de ofrendas, de historia, de los últimos días de octubre y los primeros de noviembre.
Ahora que han comenzado las celebraciones de este año, es buen momento para hablar de todo lo que representa, del origen de la tradición, de lo que poco a poco hemos ido olvidando, de la simbología de los altares y las diferentes actividades que enmarcan la tradición más grande de México. Aquella, en la que la muerte toma a la vez un sentido solemne, religioso y festivo.
La muerte ha sido en todas las culturas y a través de la historia, un evento que invita a la reflexión, a rituales, a ceremonias, a la búsqueda de respuestas, que causa temor, admiración e incertidumbre. Las culturas prehispánicas compartían la creencia de que existe una entidad anímica e inmortal que da conciencia al ser humano y que después de la muerte continúa su camino en el mundo de los muertos, donde sigue necesitando de utensilios, herramientas y alimentos.
LA MUERTE, ERA EL COMIENZO DEL VIAJE HACIA EL MICTLÁN, EL NOVENO Y ÚLTIMO NIVEL DEL INFRAMUNDO, EL REINO DE LOS MUERTOS.
En los 18 meses del calendario mexicano se pueden observar que hay por lo menos seis festejos dedicados a los muertos. El más importante era la fiesta de los descarnados que se celebraba en el noveno mes, cercano a agosto, y estaba presidido por la diosa Mictecacíhuatl, señora de los muertos y reina de Mictlán, y por Mictlantecuhtli, señor del lugar de los muertos y dios de las sombras.
No fue hasta la llegada de los conquistadores, cuando la divulgación del cristianismo introdujo a nuestra cultura el terror a la muerte y al infierno; sin embargo, los evangelizadores tuvieron que ceder ante las fuertes creencias de los nativos, dando lugar a un sincretismo entre las costumbres españolas y las indígenas, que dio origen a lo que hoy conocemos como la celebración de Día de Muertos.
"ABRID LAS PUERTAS Y LAS VENTANAS, LOS CORAZONES...¡PRENDED LAS LUCES! GUARDAD SILENCIO, QUE VIENEN 
YA"
Así, en algunas regiones los festejos comienzan el 25 o 28 de octubre, y finalizan, dependiendo de las costumbres locales, el 2 o 3 de noviembre. Cuenta la historia y la tradición que ha pasado de boca en boca entre generaciones, que las ánimas llegan en orden a las 12 horas de cada día, siendo el orden más generalizado.
Por ejemplo, en Puebla y Veracruz los días 29 y 30 de octubre se celebra a los fallecidos nuevos, de no más de un año; considerando además, que los que murieron el mes anterior a la celebración no reciben ofrenda, pues carecen de tiempo para obtener permiso de volver. En algunas regiones del sur del país, el día 31 se espera a nuestros ancestros, a los muertos de los muertos, a los que no conocimos.
Otro buen ejemplo es Baja California, donde el 2 de noviembre se reciben a todas las ánimas, o el grupo Tzeltal en Chiapas, que se rige por el calendario maya y su celebración va del 15 de octubre al 2 de noviembre.
En los lugares donde la tradición está más arraigada, los altares comienzan a tomar forma el 28 de octubre y llegan a su máximo esplendor el día 2 de noviembre. Es común, que el primer día se prenda una veladora y se coloque una flor blanca; al siguiente día se añade otra veladora y se ofrenda un vaso de agua. Para el día 30, se enciende una nueva veladora, se coloca otro vaso de agua y se pone un pan blanco; el día siguiente se coloca la fruta de temporada (mandarina, guayaba, naranja, manzana, tejocote). Para el primero de noviembre, se pone la comida dulce, el chocolate, la calabaza en tacha, y las flores. El día mayor, se coloca la comida preferida de los difuntos, el tequila, el mezcal y la cerveza. El elemento que no falta en ninguno de estos días es el copal encendido.
A través de las velas, veladoras y cirios está presente el fuego, que se ofrenda a las ánimas para alumbrar su camino de vuelta a su morada. Es costumbre, que se coloquen cuatro veladoras, representando una cruz y los puntos cardinales, pero también en algunas comunidades, cada vela representa un difunto, por lo que el número de velas dependerá de las almas que reciba la familia.
Es un gusto poder compartir con ustedes esta información desde México.
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Marisa Acosta 
"la Bruja de Cachiche"
Lima-Perú 

viernes, 11 de noviembre de 2016

SAN JUAN MACIAS

“El portero de un convento es el espejo de la comunidad”, dijo una vez San Juan Macías al referirse a su servicio en el convento. Su fiesta se celebra cada 18 de septiembre y es llamado el “ladrón del purgatorio” porque rezaba mucho por los difuntos. 
San Juan Macías nació en España en 1585. Siendo niño, quedó huérfano de padre y madre y quedó bajo el cuidado de un tío suyo que lo hizo trabajar como pastor. Más adelante se embarcó para el “Nuevo Mundo” y pasó por Cartagena, Pasto, Quito hasta que finalmente llegó a Lima. 
En la “Ciudad de los reyes” se encontró con San Martín de Porres y se puso al servicio de un ganadero como pastor, sin dejar de rezar el Rosario. Tomó los hábitos en 1622 y más adelante fue designado como portero, donde brindó ayuda y consuelo a los pobres, los enfermos, explotados y oprimidos. Hasta él llegaban personalidades de la nobleza, como el virrey de Lima, para recibir sus consejos.
Recorría las calles de Lima pidiendo limosna para los pobres y cuando no podía salir, enviaba a su burrito, al que había amaestrado.
El tenia una canasta que por obra y milagro los panes, arroz se multiplicaban para darles a los pobres. 
Cuando ya se acercaba el tiempo de partir a la Casa del Padre, sus hermanos empezaron a preocuparse de lo que sería de sus desvalidos y Juan los tranquilizó diciéndoles: “Con que tengan a Dios, sobra todo lo demás”.
Partió a la casa del Padre en septiembre de 1645 y fue canonizado por Pablo VI en 1975.
En el convento de Santo Domingo se encuentra la canasta milagrosa.

Marisa Acosta 
"La Bruja de Cachiche"
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CONVENTO DE SANTO DOMINGO
El convento del Santísimo Rosario, más conocido como el Convento de Santo Domingo de LIma, de la Orden de Predicadores (Orden Dominicana), fue fundado en el año 1535. Su construcción se realizó a mediados del siglo XVI.
La Sala de Recibo del convento luce un singular techo artesanado virreinal, compuesto por cientos de piezas de madera tallada. Aquí en 1821 el compositor José Bernardo Alcedo compuso la música del HImno Nacional del Perú. 
El Primer Claustro está decorado con azulejos sevillanos y con una serie de lienzos que narran la vida del fundador de la Orden. Santo Domingo de Guzmán. Los lienzos fueron ejecutados por los pintores sevillanos Miguel Güelles y Domingo Carro alrededor del año 1609.
La Biblioteca conventual contiene alrededor de 25,000 volúmenes, entre ellos varias colecciones bibliográficas de gran valor. Aqui se conserva la primera crónica de la Orden Dominica en el Perú. "Tesora Verdaderos de las Indias", de fray Juan de Meléndez, publicada en 1681.
Desde el segundo piso del Claustro se puede acceder al Coro Alto de la Iglesia de Santo Domingo, con extraordinaria sillería tallada.
El Campanario de la Iglesia, abierto recientemente para las visitas del Público, ofrece una excelente vista hacia el centro monumental de la ciudad de Lima.
El Segundo Claustro muestra en su arquitectura una influencia árabe.
En el segundo Claustro está ubicada la Capilla de San Martín de Porres, construida a fines del siglo XVIII en el lugar de la antigua enfermería, donde San Martín solía atender a los enfermos. En la Capilla se encuentran la tumba del Santo y urnas con sus reliquias. 
En el año 1551 en el convento de Santo Rosario se fundó la Universidad de San Marcos, la primera universidad de las Américas, La Sala Capitular del Convento funcionó como el primer auditorio de la Universidad. En la parte superior de la sala se encuentra el balcón del que los virreyes observaban las ceremonias universitarias. 
En la Cripta debajo de la Sala Capitular se pueden ver la tumba de Santa Rosa de Lima y el osario con los restos de los frailes que fallecieron en el Convento a lo largo de varios siglos.

                                         


















Marisa Acosta
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